Descripción
Los historiadores de la guerra de independencia hemos solido estudiar este acontecimiento central de nuestro pasado tomando como base los territorios de los actuales estados de la república federal mexicana. En otras palabras, se investigan las batallas entre insurgentes y realistas que sucedieron en el estado de Jalisco, en Michoacán, en Oaxaca, en Guanajuato, en Nuevo León, y en San Luis Potosí. En cambio, los historiadores del libro "La guerra de independencia en el obispado de Michoacán" estamos convencidos de que los espacios de las entidades federativas no son lugares idóneos para entender la historia de México, por lo menos no antes de 1824 cuando se funda la república federal. Adoptamos una perspectiva geográfica diferente: para entender el proceso de independencia se debe considerar la jurisdicción eclesiástica que regía un espacio integrado por los actuales estados de Guanajuato y Michoacán y las porciones sur de San Luis Potosí y oeste de Guerrero. Asumimos esta perspectiva porque ahora sabemos, y algunos ya los sabían desde tiempo atrás, como David Brading, Alberto Carrillo, Carlos Herrejón, Francisco Miranda, Oscar Mazín, Nelly Sigaut, que para entender las vidas y quehaceres de los hombres y mujeres de los siglos XVI, XVII y XVIII y las primeras décadas del XIX era necesario entender que sus identidades religiosas y seculares y su sentido de pertenencia giraban en torno al territorio del obispado de Michoacán. No cabe duda de que primero se identificaban con la ciudad, pueblo, rancho o hacienda en las que vivían y convivían. Después se reconocían como feligreses del obispado de Michoacán. Este arraigo e identificación con el territorio diocesano pesó y en no pocas ocasiones, determinó el sentido de las acciones de los indígenas, españoles y castas que se involucraron o que se vieron involucrados en la guerra de independencia. El obispado fue el escenario de la lucha armada.
En este proceso esencial de la historia de México destacaron los grupos sociales que vivían y convivían, y que a partir de 1810, se enfrentaron en el obispado de Michoacán. El principal objetivo de este libro es dar cuenta y, sobre todo, explicar esta relevancia. Para ello nos remontamos por lo menos hasta el siglo XVIII con el fin de mostrar la homogeneidad y uniformidad territorial que alcanzó la diócesis michoacana antes de 1810. A partir de esta constatación, explicamos la dinámica militar, política y social de los insurgentes y realistas, y tratamos de entender las razones y consecuencias de la independencia.
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