Descripción
"Ciencia y paciencia" reúne investigaciones relevantes sobre el maíz en Michoacán. Unas, del campo biológico-agronómico; algunas de las políticas públicas poco favorables al maíz local; y, otras más a la parte socio-cultural. Entre las primeras, el lector conocerá la difícil convivencia familiar entre el maíz y su abuelo "Teocintle" en medio de una diversidad de insectos que viven felices en sus raíz, hojas y espigas y que tanto preocupan a los campesinos de Erongarícuaro; de igual modo, se enterará de cómo goza el gusano trozador en las tierras altas y frías de Pátzcuaro mientras que el cogollero se regodea en Apatzingán. En la parte optimista, se alegrará el saber que Michoacán con sus veintiocho tipos forma es centro de origen y domesticación del maíz. En las segundas, los políticos gubernalmentales parecen árbitros "pitando" a favor del equipo contrario: poco ayudan a preservar el "Chalqueño grano de Zacapu, a producir los abonos naturales, y a afianzar la multifuncionalidad campesina. La sabia sentencia "sin consumo no hay maíz" no es comprendida y los criollos azules, rojos y morados de la meseta son sustituidos por los maíces estadounidenses nacidos en Sinaloa. El componente cocio-cultural de esta obra es aún más rico que los anteriores pues habla de "korundas, toqueras, uchepos y churipo", describe la centralidad en la fiesta y la mesa michoacana -y nacional-, y remata con palabras de campesino: el maíz no deja, pero no se deja.
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