Descripción
Ímproba labor ha sido, sin duda, rastrear la vida de la Iglesia michoacana, en un lapso de 55 años, que son los de sus inicios y consolidación, a través de los primeros cinco libros de actas del cabildo; 6573 registros han quedado consignados, nada más de este periodo, que va de 1586 a 1641. La emoción de esta búsqueda se incrementó con la vivencia palpable de la figura egregia de don Vasco de Quiroga, su primer obispo, que dejó, junto con su impronta inconfundible, la presencia viva de sus obras, sus Pueblos-Hospitales, su Real y Primitivo Colegio de San Nicolás Obispo, sus innumerables hospitales de La Concepción, la organización de su Cabildo, así como la visionaria y moderna arquitectura de su catedral, de la que construyó sólo la nave central, de las cinco de que constaría, y que es la actual Basílica de Nuestra Señora de la Salud de Pátzcuaro. Las sesiones capitulares debieron quedar asentadas desde los inicios del cabildo de la iglesia michoacana, hacia 1540; empero, el libro 1 de actas inicia en 1586. Hay un vacío de 46 años. El canónigo Francisco Arnaldo de Yssasi consigna el hecho histórico de un voraz incendio, que tuvo lugar ya en Valladolid, que consumió, seguramente, algún o algunos libros de actas, junto con diversos objetos de la sacristía. Fue lamentable, pero, por otras fuentes conocemos muy bien este periodo. El importantísimo acervo de las actas del cabildo está contenido en 84 libros, de los que el trabajo aquí entregado representa sólo 4.2% de la información posible, es decir, es únicamente la "punta del iceberg" del material disponible.
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