Descripción
A finales de 1539 el virrey de la Nueva España don Antonio de Mendoza le pidió a un joven franciscano que averiguara cómo se gobernaban los indios de Michoacán antes de la conquista española. El fraile recopiló entre los viejos indígenas información sobre su antiguo gobierno, su religión, sus costumbres y su historia, y escribió un magnífico texto ilustrado con varias pinturas conocido en la actualidad como La Relación de Michoacán. En La justicia y el fuego la autora identifica las piezas que el fraile utilizó para construir su obra. Con ayuda de las Siete Partidas se adentra en su pensamiento y descubre cómo las fue engarzando para armar un cuadro de la sociedad indígena sospechosamente similar a una monarquía europea. Después desarma el rompecabezas construido por el fraile, reordena las piezas y revela un nuevo cuadro del mundo indígena, más cercano quizá al que pintaron sus viejos informantes. De esta forma, con las voces del fraile y de los viejos claramente diferenciadas, explica cómo el franciscano interpretó, con la clave de la justicia, los relatos que los indios le contaron con la clave del fuego.
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