Descripción
Edmundo OGorman (1906-1995) consideraba que la historiografía es política en su sentido más alto y, por eso, "está animada por un pragmatismo futurista que la vivifica". Bajo esta premisa, el presente libro no se ocupa de las preocupaciones intelectuales de OGorman acotadas en una serie de teorías, sino de la manera en que éstas se articulan en una circunstancia concreta y que, condicionadas por ésta, se expresan en una función social de la historia, es decir, en un modo de organizar el conocimiento del pasado en función de necesidades del presente. Después de todo, la reflexión filosófica se constituyó en arma o instrumento, cuya eficacia y necesidad surgieron de la lectura de diversas interpretaciones de los procesos históricos y de las meditaciones acerca de su naturaleza y sentido. El objetivo del libro es evaluar las lecciones vigentes contenidas en la obra de OGorman para afrontar no sólo la crisis de los relatos históricos contemporáneos, sino los riesgos y desafíos de las sociedades actuales en los campos de la cultura, la ética y la política. Bajo este supuesto se analiza la obra del historiador desde distintos niveles y perspectivas: el vínculo del contexto historiográfico e ideológico con una circunstancia política en la génesis de una postura crítica que mantuvo toda su vida, los fundamentos teóricos de su defensa de la autonomía y la "peculiaridad" del conocimiento histórico, la recepción de sus planteamientos en el gremio académico, y finalmente, las implicaciones éticas y políticas de su pensamiento.
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