Descripción
La pesca en México atraviesa hoy por un mal momento. La pesca de altura -industrial-, a pesar de los apoyos que el Estado mexicano le ha proporcionado, no se ha consolidado como una actividad relevante en el contexto económico nacional. La pesca artesanal -o "de pequeña escala"- ha sido y continúa siendo presa fácil tanto del deterioro ambiental provocado por otras actividades productivas escasamente controladas, como de la incomprensión gubernamental que derivó naturalmente en falta de interés y de apoyos financieros durante los últimos lustros.
Contrariamente a lo que ha sucedido en otros países latinoamericanos, en el nuestro la actividad pesquera ha sido una actividad ligada de manera estrecha al control del Estado y, por ende, receptora de las medidas nacidas de la voluntad imperial de los presidentes mexicanos. De ahí que sea imposible comprender su desarrollo cuando se desconocen las medidas tomadas por el gobierno federal para encauzarla. A pesar de ello, hasta ahora poco o nada se ha escrito de manera sistemática sobre el particular, como si no fuese necesario continuar buscando alternativas para el desenvolvimiento de la actividad, apoyados en el conocimiento de su historia reciente con el objeto de no repetir los mismos errores.
El segundo volumen de Linderos de la costa se ocupa de acer un recuento histórico de las medidas tomadas por la Federación para encauzar el crecimiento del sector pesquero nacional desde 1946 hasta el fin del siglo XX, tratando de dar cuenta del efecto que esas medidas tuvieron en la conformación de la actual situación de los pescadores, en particular de los denominados artesanales, avecindados a lo largo de las costas del país, que suman más de 90% del total de los pescadores mexicanos.
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