Descripción
El acto fúnebre se convierte en generador de costumbres y ritos para el que se elaboran manuales del bien morir, escapularios, bulas e indulgencias. De estas tradiciones perdura con una gran fuerza el día de muertos, como un claro ejemplo de mestizaje cultural. Este libro aborda los aspectos relacionados con la salud, milagros, aparecidos o brujerías, historias de muertos, el costo funerario y la jerarquización ante la muerte, entre otros. Muestra costumbres cotidianas como el uso de candelas y de campanas, para analizar finalmente los cambios introducidos por los Borbones, denominados como "La muerte ilustrada".
El escenario de los rituales y las costumbres ante la muerte permite visualizar otra faceta de la cultura novohispana. La forma en que esta sociedad realiza el culto a este postrer evento, el tratamiento del residuo corporal, el cadáver, los lugares de entierro y la aplicación del modelo occidental cristiano en el mundo indígena, con sus contradicciones y sincretismos, revelan un sistema cultural e ideología donde se traslucen sus formas de vida.
En este ámbito a la Iglesia católica le correspondió ser el factor de cambio, la productora de símbolos y de rituales. El discurso evangélico provocó la ruptura entre los dos sistemas e impuso el modelo cristiano-europeo. Así fue como el espacio entre iglesia y cementerio se convirtió en un laboratorio de la sociología de la época y los testamentos en los instrumentos más oportunos para ubicar esta sociedad. La lectura de este libro podrá conducirnos a evaluar nuestra actitud actual ante este impostergable evento para entender si el valor de la vida, ante la lejanía de la muerte ha variado.
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