Descripción
Los procesos de dominación y desertización regional de México y del tercer mundo han presentado características de fenómenos de larga duración. Surgieron en la época colonial, se consolidaron con la restauración de la República Mexicana y fueron renovados en la posrevolución de 1910. Por una parte, procedieron al desperdicio de los recursos acuíferos del país, destruyeron los mantos de agua, desviaron las corrientes superficiales, marginalizaron a la acuacultura nativa, canalizaron el agua dulce de ciénegas, lagos y ríos hacia el mar océano. Por otra parte, abrieron las puertas del mercado financiero y tecnológico, en demanda de los signos del progreso para transplantarlos en las provincias michoacanas y obtener ganancias en cascada.
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